Acompañante culta y doctoranda

Unas palabras personales de Diana

Me describiría como una mujer que sabe lo que quiere y, lo que es más importante, lo que no quiere. Una femme fatale, tal vez, pero no en el sentido clásico. No juego con las personas, juego con las posibilidades. Amo la vida en todas sus facetas, las grandes ciudades, el murmullo de los idiomas, el brillo de la noche, la tranquilidad después de una larga conversación. Cosmopolita, sí, porque me fascinan tanto los lugares como las personas que los caracterizan.

Soy inteligente, curiosa y, a veces, un poco demasiado directa. Pienso rápido, actúo con prudencia y me río a carcajadas, incluso de mí misma. Mi humor es mi brújula cuando la vida vuelve a jugar al ajedrez conmigo. Tengo los pies bien plantados en el suelo, pero a mis pensamientos les gusta vagar por esferas más elevadas.

Soy alguien que busca la belleza en la profundidad, no en la superficie. Puedo encantar, pero no tengo por qué hacerlo. Prefiero ser sincera, encantadora cuando quiero, peligrosa cuando tengo que serlo y siempre yo misma.